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Estudio Bíblico de la Congregacion | Semana del 1 a 7 Diciembre

LECCIÓN 40

David y Goliat

¿A quién escogió Jehová para que fuera el siguiente rey de Israel?

Jehová escogió a David, el hijo menor de Jesé. Aunque nadie pensaba en él porque era el más joven y estaba cuidando ovejas, Jehová vio su corazón. Él no mira lo que ven los ojos humanos, sino lo que hay dentro de cada persona. Por eso eligió a David, un joven humilde, valiente y con un profundo amor por Dios.

Jehová eligió a David, no por su apariencia ni por su fuerza, sino porque era un joven fiel. Los demás hermanos parecían más fuertes o más preparados, pero Jehová sabía que David tenía las cualidades correctas para ser un buen líder. Esto demuestra que Jehová conoce a fondo a las personas.

El siguiente rey no fue el hijo mayor ni el más impresionante, sino David, el pastorcito. Jehová le mostró a Samuel que él ve más allá de lo que nosotros vemos. Él vio el potencial de David y lo escogió para guiar a su pueblo.

¿Cómo venció David a Goliat?

David venció a Goliat con una honda y una piedra, pero sobre todo, con la ayuda de Jehová. Él sabía que no luchaba solo. Su confianza total en Dios hizo posible lo que parecía imposible.

David no usó armadura ni espada. Tomó cinco piedras lisas, corrió hacia el gigante y lanzó una de ellas con su honda. Jehová dirigió la piedra justo a la frente de Goliat. Eso demostró que el poder verdadero venía de Dios, no del tamaño o las armas.

David enfrentó a Goliat con fe. Mientras el gigante confiaba en su fuerza y su lanza, David confió en Jehová. Esa confianza le dio valentía y, con un solo lanzamiento, Jehová le dio la victoria.

¿Qué nos enseña este relato acerca de Jehová?

Jehová ve el corazón, no las apariencias.

Cuando Samuel vio al hijo mayor de Jesé, pensó que era el elegido. Pero Jehová le dijo que él mira algo más profundo: los motivos, la fe y la sinceridad de la persona. Esto nos enseña que para Jehová el corazón vale más que la apariencia o la posición social.

Jehová apoya a quienes confían en él.

David no era soldado ni tenía experiencia militar, pero confiaba totalmente en Jehová. Y Jehová mostró que nunca abandona a quienes tienen fe genuina. Él les da fuerza para enfrentar desafíos que parecen gigantes.

Jehová usa a personas humildes.

Entre todos los hermanos, David era el menos esperado. Sin embargo, Jehová lo escogió. Esto demuestra que no necesitamos ser perfectos o famosos para que Jehová nos use. Basta con tener un corazón humilde y dispuesto.

Jehová tiene un propósito claro para cada uno.

Dios ya tenía en mente que David sería rey. Incluso cuando nadie más lo veía como un líder, Jehová sí sabía lo que David llegaría a ser. Esto nos anima a confiar en que Jehová también puede ver nuestro potencial.

Jehová puede derrotar cualquier “gigante”.

Goliat parecía invencible, pero para Jehová no hay enemigos demasiado grandes. Sea un problema, una preocupación o una situación difícil, Jehová siempre es más fuerte. Él puede darnos valor para enfrentar las cosas que parecen imposibles.

Jehová merece nuestra confianza total.

David no dudó ni un segundo de que Jehová lo ayudaría. Y Jehová no lo defraudó. Esta historia nos enseña que cuando confiamos de verdad en Dios, él actúa, nos guía y nos protege de formas que a veces ni imaginamos.

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